Sábado 6 de marzo. 18:17 horas.
Hoy es el gran día. Debiera estar repasando el pregón? Quizás. Debiera estar relajado en el sofá descansando? Quizás. Pero no. Estoy atacado de los nervios por lo que va a suceder esta noche.
He llegado a mi casa a las 5 de la tarde de una boda. Y no me puedo quedar dormido.
Tu dirás, que que cojones te importa, pero es que en algo debo relajarme y pasar estas dos horas y media, para distraerme y no pensar en los nervios.
Todo está decidido. Así que espero que el toro embista bien, y pegue arreones.
Queda dedicado este pregón, a todos los que pasan por este blog, y a todos los cofrades de corazón y sentimiento.
He dicho.
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